Una casa con una espectacular vista a un lago es el santuario donde el artista se inspira y comparte con su hijo Alexander.
Miami - Encantado. Así se muestra Alejandro Sanz al pensar en que el 13 de agosto regresa a Puerto Rico para presentar el 13 de agosto su gira “Paraíso” en el Coliseo José Miguel Agrelot. Un espectáculo que comenzó a principios de este año y que ha logrado un lleno total en toda Latinoamérica y España por su riqueza musical y visual.
Los vínculos afectivos del cantautor con la Isla se hicieron más fuertes luego de nacer su hijo Alexander, de seis años, quien lleva sangre puertorriqueña por su madre, la diseñadora Valeria Rivera.
Esto lo pudimos comprobar el martes, cuando el famoso cantautor español nos recibió amablemente en el hogar que comparte en Miami con Alexander. Un niño hermoso que es puro padre, con el toque boricua reflejado en el moreno de su piel. Muy formal. El chico, que por su constitución fuerte luce de más edad, tiene pelo lacio castaño y ojos negros; le gusta jugar al tenis y la música, como a su papá.
“¡Es un tipazo! ¿Lo viste qué lindo? Es divino. Ahora se me va de vacaciones porque continúo la gira por Estados Unidos la semana que viene, y una gira no es un buen lugar para un niño... mucho viaje, mucho ajetreo y no tiene dónde jugar, que es lo que quiere el niño”, dijo el artista con los ojos llenos de brillo por el amor que siente por su único hijo varón y que también aparece cuando habla de su hija Manuela, que reside en España con su madre, la modelo mexicana Jaydy Michel.
El cantante vio la final del Mundial de Fútbol con Alexander y un grupo de amigos en bar de Miami, donde gozó de lo lido el triunfo de España sobre Holanda para ganar su primera Copa del Mundo.
“El no sabe mucho de soccer, pero me veía a mí enfundado en la camiseta y le puse su camisetita también, y estaba feliz. Me abrazaba y me preguntaba, ‘¿papá cuando marcan?’. Y yo le decía ‘espera a escucharme gritar’. La verdad es que los disfrutamos mucho, aunque él prefiere el tenis”.
El creador de ‘Corazón partío’, quien luce muy feliz con esa cara de niño que le adorna, había comenzado a celebrar días antes con sus amigos Paulina Rubio y su esposo Nicolás “Colate” Vallejo.
“Todos los compañeros o casi todos, como Shakira, y mucha otra gente de Latinoamérica al no ganar su selección apoyaron a los españoles y me enviaban mensajes que luego yo se los reenviaba a los jugadores”.
Durante los juegos la llamada “furia roja” escuchaba su canción ‘Looking for Paradise’.
“Es que somos muy amigos, son chicos muy jóvenes y a través de la música nos unimos más. Estoy orgulloso de la selección de España, pero más por la forma en que lo hizo. Creo que ganaron de una manera humilde, trabajando con ilusión y con talento, fue muy bonito porque fue un partido duro”.
La solidaridad con la selección española fue tan importante para Alejandro, que hizo la promesa de que si ganaban se raparía la cabeza y dejaría de fumar. La primera la cumplió al día siguiente de esta entrevista y para probarlo colgó la foto con su nuevo “look” en su cuenta de Twitter.
“El pelo no era muy importante, era una promesa y lo tenía que hacer, además, eso crece de vuelta. Pero en lo de dejar de fumar ha sido algo a lo que le he sacado provecho para quitarme ese vicio que no quiero seguir manteniendo”.
Alejandro encontró su paraíso en un lago donde el mar vierte sus aguas en Miami; hogar que comparte con su novia desde hace tres años, la guapa y esbelta española Raquel Pereda, a quien vimos en la casa y con quien confesó les va de maravilla en el amor.
“El paraíso uno lo va encontrando dondequiera que va, Puerto Rico es un paraíso. Este lo encontré hace diez o doce años cuando vine a Miami, que la discográfica Warner Music, que todavía podía darse el lujo de rentar una casa, me alquiló una justo aquí y me enamoré de este lago. Cuando tuve la oportunidad me la compré, me gusta el clima y tengo buenos amigos aquí. Esta es una ciudad muy bella y con muy buenos recuerdos en mi vida”.
La acogedora casa es de un estilo español con un amplio balcón en el segundo piso y una torre. En los arcos, las lámparas y la enorme fuente de agua que tiene en el frondoso jardín lleno de árboles y palmeras guarda la influencia marroquí que se aprecia en Andalucía, tierra de sus padres. La piscina está junto al atracadero donde Alejandro mantiene su bote de unos 40 pies de largo, en el que suele ir a pasear y a pescar con sus amigos. También tiene un gimnasio junto a la cancha de tenis.
En el área techada de la piscina se puede apreciar sofás que invitan al reposo y a tertulias informales. Todos los muebles son en madera, incluso una mecedora para dos de Indonesia. Los colores de la casa, tanto en su interior como afuera, son cálidos. Adentro destacan los tonos ocre y café, que recogen la luz natural que entra por los grandes ventanales que le permiten disfrutar del paisaje que ofrece la bahía desde cualquier ángulo. Las pocas fotos que están en la sala son del artista con sus dos hijos. En la decoración se puede apreciar objetos traídos de los viajes del cantante por Asia.
Sanz nos recibió junto a su perrita shih-tzu Bubú en el estudio de la residencia, donde se inspira para componer sus bellas melodías. Un piano de cola negro, los discos de oro ganados por sus éxitos y ventas que adornan las paredes, guitarras, y una cama al estilo árabe con butacas en mimbre conforman el decorado de esa área de su paraíso veraniego.
En España, Alejandro tiene una finca que contrario a la de Miami es puro campo y montaña, donde tiene sus caballos y sus demás perros.
Era hora de despedirse y el cantante no quiso dejar pasar la oportunidad de hablar de lo próximo en su agenda: otra colaboración con Juan Luis Guerra, con quien se presentará en Los Ángeles el 23 y 24 de julio en el marco de su gira allí.
“Vamos a ver si hacemos un cantecito, lo que él quiera. Nos vamos reunir en estos días para decidirlo. Es un gran artista muy admirado con un talento incireíble. Un día me puso a cantar bachata, ahora a ver si lo convenzo de que cante flamenco”, indicó.
Miami - Encantado. Así se muestra Alejandro Sanz al pensar en que el 13 de agosto regresa a Puerto Rico para presentar el 13 de agosto su gira “Paraíso” en el Coliseo José Miguel Agrelot. Un espectáculo que comenzó a principios de este año y que ha logrado un lleno total en toda Latinoamérica y España por su riqueza musical y visual.
Los vínculos afectivos del cantautor con la Isla se hicieron más fuertes luego de nacer su hijo Alexander, de seis años, quien lleva sangre puertorriqueña por su madre, la diseñadora Valeria Rivera.
Esto lo pudimos comprobar el martes, cuando el famoso cantautor español nos recibió amablemente en el hogar que comparte en Miami con Alexander. Un niño hermoso que es puro padre, con el toque boricua reflejado en el moreno de su piel. Muy formal. El chico, que por su constitución fuerte luce de más edad, tiene pelo lacio castaño y ojos negros; le gusta jugar al tenis y la música, como a su papá.
“¡Es un tipazo! ¿Lo viste qué lindo? Es divino. Ahora se me va de vacaciones porque continúo la gira por Estados Unidos la semana que viene, y una gira no es un buen lugar para un niño... mucho viaje, mucho ajetreo y no tiene dónde jugar, que es lo que quiere el niño”, dijo el artista con los ojos llenos de brillo por el amor que siente por su único hijo varón y que también aparece cuando habla de su hija Manuela, que reside en España con su madre, la modelo mexicana Jaydy Michel.
El cantante vio la final del Mundial de Fútbol con Alexander y un grupo de amigos en bar de Miami, donde gozó de lo lido el triunfo de España sobre Holanda para ganar su primera Copa del Mundo.
“El no sabe mucho de soccer, pero me veía a mí enfundado en la camiseta y le puse su camisetita también, y estaba feliz. Me abrazaba y me preguntaba, ‘¿papá cuando marcan?’. Y yo le decía ‘espera a escucharme gritar’. La verdad es que los disfrutamos mucho, aunque él prefiere el tenis”.
El creador de ‘Corazón partío’, quien luce muy feliz con esa cara de niño que le adorna, había comenzado a celebrar días antes con sus amigos Paulina Rubio y su esposo Nicolás “Colate” Vallejo.
“Todos los compañeros o casi todos, como Shakira, y mucha otra gente de Latinoamérica al no ganar su selección apoyaron a los españoles y me enviaban mensajes que luego yo se los reenviaba a los jugadores”.
Durante los juegos la llamada “furia roja” escuchaba su canción ‘Looking for Paradise’.
“Es que somos muy amigos, son chicos muy jóvenes y a través de la música nos unimos más. Estoy orgulloso de la selección de España, pero más por la forma en que lo hizo. Creo que ganaron de una manera humilde, trabajando con ilusión y con talento, fue muy bonito porque fue un partido duro”.
La solidaridad con la selección española fue tan importante para Alejandro, que hizo la promesa de que si ganaban se raparía la cabeza y dejaría de fumar. La primera la cumplió al día siguiente de esta entrevista y para probarlo colgó la foto con su nuevo “look” en su cuenta de Twitter.
“El pelo no era muy importante, era una promesa y lo tenía que hacer, además, eso crece de vuelta. Pero en lo de dejar de fumar ha sido algo a lo que le he sacado provecho para quitarme ese vicio que no quiero seguir manteniendo”.
Alejandro encontró su paraíso en un lago donde el mar vierte sus aguas en Miami; hogar que comparte con su novia desde hace tres años, la guapa y esbelta española Raquel Pereda, a quien vimos en la casa y con quien confesó les va de maravilla en el amor.
“El paraíso uno lo va encontrando dondequiera que va, Puerto Rico es un paraíso. Este lo encontré hace diez o doce años cuando vine a Miami, que la discográfica Warner Music, que todavía podía darse el lujo de rentar una casa, me alquiló una justo aquí y me enamoré de este lago. Cuando tuve la oportunidad me la compré, me gusta el clima y tengo buenos amigos aquí. Esta es una ciudad muy bella y con muy buenos recuerdos en mi vida”.
La acogedora casa es de un estilo español con un amplio balcón en el segundo piso y una torre. En los arcos, las lámparas y la enorme fuente de agua que tiene en el frondoso jardín lleno de árboles y palmeras guarda la influencia marroquí que se aprecia en Andalucía, tierra de sus padres. La piscina está junto al atracadero donde Alejandro mantiene su bote de unos 40 pies de largo, en el que suele ir a pasear y a pescar con sus amigos. También tiene un gimnasio junto a la cancha de tenis.
En el área techada de la piscina se puede apreciar sofás que invitan al reposo y a tertulias informales. Todos los muebles son en madera, incluso una mecedora para dos de Indonesia. Los colores de la casa, tanto en su interior como afuera, son cálidos. Adentro destacan los tonos ocre y café, que recogen la luz natural que entra por los grandes ventanales que le permiten disfrutar del paisaje que ofrece la bahía desde cualquier ángulo. Las pocas fotos que están en la sala son del artista con sus dos hijos. En la decoración se puede apreciar objetos traídos de los viajes del cantante por Asia.
Sanz nos recibió junto a su perrita shih-tzu Bubú en el estudio de la residencia, donde se inspira para componer sus bellas melodías. Un piano de cola negro, los discos de oro ganados por sus éxitos y ventas que adornan las paredes, guitarras, y una cama al estilo árabe con butacas en mimbre conforman el decorado de esa área de su paraíso veraniego.
En España, Alejandro tiene una finca que contrario a la de Miami es puro campo y montaña, donde tiene sus caballos y sus demás perros.
Era hora de despedirse y el cantante no quiso dejar pasar la oportunidad de hablar de lo próximo en su agenda: otra colaboración con Juan Luis Guerra, con quien se presentará en Los Ángeles el 23 y 24 de julio en el marco de su gira allí.
“Vamos a ver si hacemos un cantecito, lo que él quiera. Nos vamos reunir en estos días para decidirlo. Es un gran artista muy admirado con un talento incireíble. Un día me puso a cantar bachata, ahora a ver si lo convenzo de que cante flamenco”, indicó.