DÍA 4 DE JUNIO, CONCIERTO EN ORIHUELA
Tras el concierto de Gandia, estaba muerta de cansancio, apenas pude estudiar durante el día siguiente, pero eso no impidió que el viernes 4 fuera a Orihuela. Para este concierto los preparativos eran un poco más complicados, pues tras el concierto Cris y yo iríamos a Murcia, seguiríamos en el Paraíso el sábado. Esta vez me pilló un poco el toro y no tenía casi nada preparado, solo la ropa que ponerme. A las 7.00 de la mañana Marta me envió un sms, contando que ha pasado la noche en la cola, en Orihuela, en una tienda de campaña. Pensé que estaba loca, je, je, je…, la llamé y me dijo que se había puesto nerviosa y a eso de la 1 de la madrugada se había ido a Orihuela, éramos las primeras!!!! Llamé a Cris para contarle y ya me levanté. En teoría saldríamos a las 9,30 pero me retrasé y sobre las 10 llegué a casa de Cris, esta vez conducía yo, pues luego en Murcia iríamos a mi casa.
En este concierto íbamos a coincidir bastantes pitufas y casi todas asistiríamos a la prueba de sonido, ¡Ah! Por curiosidad, la entrada Paraíso LG costaba 73 euros, y la general 37.
Tras subir Cris, con todos los bártulos, sombrilla, esteras, macuto, mochila…, me dirigió para recoger a Tamara en Elche, pues yo con mi despiste habitual sé conducir pero me manejo fatal mirando planos y aparcando, esto último ya comprobado por todo el club, ja, ja, ja… Vamos, que si me tengo que examinar de estacionamiento seguro que suspendo.
A Tamara le habíamos dicho que la recogeríamos en la estación de autobuses a las 10, llegamos sobre las 11 o así, bueno no me acuerdo mucho, yo estaba un poco mareada (bueno lo cuento ahora, Cris, no te molestes porque no te lo dije en su momento) y no recuerdo muy bien el horario. En la estación esperaban Tamara y su novio, y sí, como apostó Tamara yo llegué en un Polo blanco, je, je, je…
Las tres en el coche y listas para llegar a Orihuela. Yo me sabía el camino porque dos semanas había estado investigando con mi padre, pero yendo desde Murcia. Creía que tenía que coger una determinada salida de la autovía, la 81, pero con las obras en la autovía y el cambió de números nunca la vi, me pasé de salida, tuvimos que hacer un cambio de sentido y ya recorrí el camino como si fuera desde Murcia.
Llegamos a Orihuela, a la zona del recinto Los huertos sobre las 12, en ese mismo instante llegaba Úrsula con su madre, Esperanza, y me enviaba un sms anunciando su llegada, desconociendo ella que nosotras llegábamos también. Nos saludamos desde el coche y los dos vehículos los aparcamos en la misma calle. Úrsula, como he contado, venía con su madre y mil bártulos para hacernos a todas más fácil la espera, pues les dio tiempo a llegar hasta nosotras y yo seguía aparcando, hasta un todo terreno se me coló y estacionó delante, debió de hartarse de esperar a esta pesada que soy yo, ja, ja, ja… El coche quedó aparcado un poco torcido, pero me rendí, lo de aparcar no es lo mío, hasta Úrsula se ofreció a hacerlo por mí, ja, ja, ja…
Las cinco, Úrsula, Esperanza, su madre, Tamara, Cris y yo, todas provistas de nuestras camisetas de pitufas, fuimos hacia la entrada Paraíso. Allí estaba la silla de Marta reservando nuestro sitio, ella estaba en su tienda de campaña, un poco más apartada y en zona de sombra, esperándonos, le acompañaba su amiga Sonia. Marta nos explicó quién teníamos delante, es que al dar el sol en la puerta de entrada la gente de la cola se había ido a la acera de enfrente cobijándose en la sombra de un edificio. Mientras unas hablábamos con Marta, las otras colgaban de la verja del recinto las pancartas del club, a lado de la del club de Marta. Incluso para hacer bulto dejamos en el suelo las sombrillas que llevábamos, sombrillas que luego tendrían su momento de protagonismo.
Marta iba al concierto acompañada de una amiga y el hermano de ésta, ellos llegarían por la tarde, así que recogió su tienda de campaña no sin esfuerzo, menudo lío para organizar aquello. Sonia la acompañó hasta la estación de tren y guardaron la tienda en el vehículo de Sonia. Nos despedimos de Marta hasta la tarde, pues Sonia luego vendría con nosotras.
A continuación, organizamos nuestro chiringuito particular, hablamos con las chicas que eran las segundas de la cola, muy amables y les explicamos cuántas éramos, en total creo recordar unas 12. Estando aclarando estas cuestiones, llamé a Jenny de Castellón por si quería mi entrada libre para Murcia, al final se animó y quedamos en vernos esa misma noche en la plaza de toros en Murcia. Tras concertar la venta, me entero que una de las chicas del segundo grupo quería una entrada Paraíso para Murcia, pero hacía escasos cinco minutos que ya había vendido la mía.
Decidimos montar nuestra salita sanzera en la sombra, así que abrimos las sillas, incluso Úrsula trajo una nevera portátil, aprovechamos casi todas para meter nuestras bebidas y así mantenerlas fresquitas. Estábamos muy a gusto allí las cinco pitufas con Sonia, que compartió con nosotras todo el día, nos hicimos fotos, nos reíamos cuando los coches al pasar aminoraban la marcha viendo el escenario del concierto y tratando de leer nuestras pancartas, era la mejor forma que tenían para saber quien actuaba esa noche en Orihuela. A la vez, la gente desde sus vehículos nos miraba y saludaba, pues parecía que estábamos en la playa, quedándonos el mar a unos cuantos kilómetros, je, je, je… Mientras contemplábamos estas escenas una chica pasó por la zona de la cola, donde daba toda la solanera, allí estaban nuestras esteras y varias sombrillas ocupando nuestro sitio, pues para nuestra sorpresa de repente se agacha y con toda la cara dura del mundo coge una sombrilla, la de Cris, y emprende la huida. No salíamos de nuestro asombro por la desfachatez, tuvimos que levantarnos y pegar gritos como posesas para que dejara la sombrilla donde estaba, estábamos dispuestas a salir corriendo tras la amiga de lo ajeno. Este momento vivido nos entretuvo durante un largo rato.
A todo esto la cola para la entrada Paraíso no era muy grande, como mucho unos 5 grupos, a nuestro lado estaban unas chicas muy simpáticas, también con el tenderete montado y que luego hemos saludado por Facebook. La cola para entrada general era mucho más larga, lo malo que tenían era que estaban al sol, no tenían sombra en la acera de enfrente, así que estaban todos pertrechados con sus sombrillas para no caer tras una insolación más que segura. Antes de comer, se acercó a saludarnos Ana, una chica que estuvo con nosotras en el concierto de la gira El tren de los momentos en Alicante, el 18 Agosto 2007, pero ella y su amiga tenían entrada general, así que tras estar con nosotras un ratito se fueron para aquella cola para no perder sitio.
Sobre las 2.30 empezamos a comer, cada una sus bocatas, compartiendo patatas fritas, gominolas, etc… Estando allí las seis les comenté que más tarde intentaría llamar a Rocío Fuente, a ver si había suerte, lo hice varias veces pero no me cogía el teléfono.
¡¡Ah!! Un inciso, tras el concierto de Gandia envié un sms largo a Rocío, dándole la enhorabuena por el espectáculo e indicándole que estaríamos en Orihuela y Murcia. Me contestó de inmediato con otro email, diciéndome que la llamara al día siguiente a ver si era posible saludar a Alejandro.
Tras la comida varias fuimos al aseo, solo disponíamos de unas gasolineras cercanas, y dimos una vuelta por el recinto. Vimos donde estaban las entradas para vehículos, por donde entraría Alejandro, al ser un recinto abierto veíamos como estaba todo organizado, como colocaban las vallas, por donde tendríamos que correr hasta llegar a la zona Paraíso, etc… Dando esa vuelta nos saludó una chica de Murcia que no asistiría al concierto de hoy, pero sí al de Murcia, aunque esperaba por lo menos ver entrar a Alejandro, no sé si consiguió su propósito, pero se lo trabajó bastante, tuvo mucha paciencia.
Al regresar de este vistazo, Tamara sacó una cartulina amarilla para escribir algún mensajito para Alejandro, al final el texto fue “Tu club de Alicante quiere un abrazo tuyo, RECÍBENOS”. Anda que no nos reímos con la preparación del cartelito, nos hicimos muchas fotos, pero quien se lo trabajó fue Tamara, ella lo diseñó y le tocó pintarlo, el resto de pitufas éramos reacias a tomar el rotulador no sea que la pifiáramos, je, je, je… Nos involucramos tanto que incluso fuimos a comprar más rotuladores no fuera a ser que con el que teníamos quedáramos a media faena, se decidió concluir el cartel con rotulador rojo, y realmente nos quedó muy gracioso.
No sé si estando con esto del cartel o antes me cogió el teléfono Rocío, para mi sorpresa me contestaba que nos veríamos en la prueba de sonido. Ilusionadas por el mensaje, empezamos a prepararnos para la prueba de sonido. Estábamos citadas a las 6.45 en la puerta de entrada de vehículos, antes fuimos a los aseos, incluso Úrsula, su madre y yo nos compramos un calippo, bueno, la verdad que nos lo tomamos con un poco de calma, ja, ja, ja… ¡Ah! Durante la tarde las chicas me ofrecían echarme crema en la cara por el sol, yo que soy una burra lo rechacé, pues conforme avanzaba la jornada me ofrecían cada vez más, y no entendía la insistencia. Fui al aseo antes de recoger todo y casi me da un soponcio, estaba roja como un tomate, toda la cara quemada, ahora entendía, ja, ja, ja…
Tras el polo, todas las que teníamos la prueba de sonido recogimos los enseres y los llevamos a nuestros coches, pues tras la prueba apenas tendríamos tiempo para incorporarnos a la cola y entrar al concierto. Solo quedaron guardando nuestro sitio en la cola Esperanza, la madre de Úrsula, y el novio de Sonia. Nos íbamos un poco preocupadas pero confiábamos en las chicas que nos seguían en la fila, ellas respetarían nuestra posición. Guardamos las sillas, las sombrillas y esteras, vaciamos la nevera de hielo, y nos llevamos lo imprescindible para la noche. En la puerta de acceso ya había gente esperando, pronto llegó Leti de Alcoy y su amiga, saludamos a Cristy Murcia, y nos armamos de paciencia con un sol muy molesto. Pasado un rato de la hora acordada, vino un chico del staff de Alejandro, comprobó nuestros nombres mientras exhibíamos nuestro D.N.I, aunque aquello no estaba muy bien organizado, faltaba gente en la lista. Luego volvió a salir esa misma persona y nos repartió la acreditación de cada una, hubo chicas que no tenían o incluso gente que estaba repetida. Estando allí Tamara, que conocía físicamente a Rocío Fuente, me dice quien es y me acercó, me presento y me contesta que nos veremos dentro.
Poco después abren la puerta y todas seguimos a Rocío, nos llevan entre camiones hasta mitad de la zona de General frente al escenario. Todas las pitufas nos colocamos juntas, extendemos la pancarta más pequeña y Tamara exhibe el cartelito que dibujó esa tarde. Perdí la cuenta de las fotos que nos hicimos, je ,je, je… Mientras que nos entreteníamos en estos menesteres, Rocío se acercó, miró y cogió la pancarta, nos preguntó si era la que habíamos llevado a Gandia, le dijimos que sí. Ante eso, primero nos sorprendió que nos hubiera visto dos días antes y luego nos ilusionó pues quizás hubiera alguna posibilidad de hacer realidad nuestro sueño. Creo que fue en ese momento cuando me volvió a decir la frase tan manida de que la llamara tras el concierto, a ver si había suerte.
Pronto salieron los músicos de la banda de Alejandro, la gente les hacía fotos, algunos les gritaban, pero al ser tan pocos nosotros, seríamos unos 40, daba un poco de corte montar una algarabía. De repente subió Alejandro, iba con vaqueros rotos, camiseta blanca con dibujos, camisa blanca y gorra, enseguida nos hizo con la mano ademán de que avanzáramos, y nos colocamos en las vallas de separación de la zona Paraíso y zona General. Lo teníamos muy cerca. Con la prisa nos disgregamos un poco, yo quedé con Tamara, ella levantaba el cartelito, y Cris con Úrsula, unos puestos más a mi derecha, sacaban la pancarta. Alejandro cantó Mi Peter Punk y Looking for Paradise. Al terminar se ofreció firmar el disco a un chico, se lo acercaron, y se despidió. Hicimos muchas fotos pero sobre todo vivimos el momento. Ya eran cerca de las 8.15 y a las 8.30 abrían las puertas. Estábamos preocupadas por regresar a nuestro lugar en la fila. La gente de Alejandro nos dijo que esperáramos, que para llegar nosotras a tiempo nos iban a abrir las puertas de entrada al concierto. De esta forma vimos todo el recorrido que tendríamos que hacer corriendo a toda pastilla pocos minutos después.
Cuando salimos las primeras personas de la cola eran Marta, en posición de salida, y sus amigos, y la madre de Úrsula, a continuación nos colocamos las demás.
Se montó un poco de lío en ese momento, pues ya estaba próxima la hora de apertura, los nervios los teníamos a flor de piel, estábamos más susceptibles y no permitiríamos que nadie se nos colara, al mismo tiempo hubo algún listillo que asistió a la prueba de sonido que pretendía ponerse de los primeros en la cola de entrada cuando no habían estado en ningún momento, hubo que pararles los pies, además entraba gente para comprar entrada, pues allí mismo estaba la taquilla por lo que teníamos que prestar mucha atención a que esta gente no se colara, luego vimos como entraba gente con invitación, todo facilidades para ellos, y hasta alguna persona discapacitada, para ella no me pareció que hubiera tantas facilidades, tuvo que exhibir su documentación cuando era más que evidente su discapacidad, bueno, cosas de organización… Con todo y con eso tuvimos suerte, estábamos todas, incluso Carmen llegó a tiempo, nos intranquilizaba su tardanza pero para no agobiarla no la habíamos llamado, además tuvimos ocasión de saludar a Juani, que llegaba en ese momento aunque ella y Laura no entrarían con nosotras. Estuvo bien ese ratito después de tanto tiempo coincidimos todas.
A punto de abrir puertas a mí se me rompe la entrada, se me separó el resguardo, y yo que para estas cosas soy un poco Mari Agobios le presenté la entrada a los de seguridad, todos se rieron.
Casi a la hora fijada abren las puertas, creo que primero fue la nuestra, la Paraíso, pero no lo puedo asegurar, esta vez organizaron todo mucho mejor que en Gandia. La gente de seguridad era mucho más amable, alguno se puso rojo como un tomate por el sol como yo, y les vimos al día siguiente en Murcia. Bueno, que me voy por las ramas, abrieron pero solo pasábamos de uno en uno, nos miraban, casi nada, y a correr!!!!!!
Era un largo trecho, los primeros fueron Marta y sus amigos, luego de las pitufas la primera era Úrsula y le seguía yo, pero ya en la primera curva me adelantó una de las chicas del segundo grupo, y en la recta me adelantó la otra, ya me veía como una corredora de fodo, ja, ja, ja… pero mis michelines me pasaban factura, ja, ja, ja… Úrsula se colocó en el mismo sitio del concierto anterior, yo extendí mis brazos y seguí ocupando esa primera fila hasta que tuviéramos el sitio suficiente para todas. Fueron llegando como una exhalación, sin apenas hablar y recuperando el aliento nos sentamos en el suelo. ¡Menuda carrera nos habíamos pegado! Esta vez no quitaron ningún bocadillo, ni Cris derramó sus botellas de agua. Marta y sus amigos ocuparon la esquina de la izquierda, y ya nuestro club ocupó toda la primera fila de la izquierda hasta llegar a la pasarela. Leti llegó un poco después y prefirió colocarse justo enfrente de la pasarela, le vino genial para lo que ocurrió después. Estando sentadas Esperanza se ofreció comprar botellas de agua, pues no había mucha gente todavía y no habría problemas para regresar al sitio. Esas casi dos horitas que estuvimos sentadas cenamos, nos hicimos mil fotos con pancarta y sin pancarta. Si yo creo que nos hicimos más fotos que a Alejandro, ja, ja, ja…
Poco antes de la hora nos levantamos e intentamos colocar las pancartas, pero esta vez los de seguridad no nos dejaban, nos enfadamos, viendo que no podíamos exhibirlas, Cris me dio la camiseta azul que teníamos de sobra para que en cuanto pudiera la levantara, al estar yo un poquito más adelantada que ella.
Con total puntualidad empezó el concierto, igual de animado que en Gandia. Alejandro mencionó mucho a Miguel Hernández, que le hacía mucha ilusión venir a Orihuela con motivo del centenario de su nacimiento. Pasada la primera canción, como ocurrió en Gandia, se acercó a nuestra zona Manolo, el que siempre va con Ale, no sé cual es su cargo, pero, vamos, que todo fan lo conoce, Marta le preguntó por las pancartas, que no nos dejaban colgarlas y él de inmediato nos dijo que las sacáramos ya mismo. Así que durante esa canción, todas afanadas colgándolas, pero no habían donde anudar en una zona, y Tamara se ofreció a colgarlas de su bolso, así que estuvo todo el concierto sujetando las dos pancartas y además exhibiendo el cartelito, y yo por mi parte levantando la camiseta, con esto había que estar cegato para no vernos, ja, ja, ja…
El concierto tuvo el mismo orden de canciones que en Gandia, yo lo vi igual, bueno me parece que esta vez repartió más botellas de agua, incluso alguna rodando por la pasarela, que llegó hasta Leti y que ella luego volvió a tirar. Debo reconocer que las charlitas de Alejandro se me mezclan las de los tres conciertos, lo siento, tengo una batidora en la cabeza, ja,ja,ja… Estuvo como siempre simpático, con lo de que sabe bailar pero que la gente lo ignora, presentando a los músicos, etc… En No es lo mismo subió Junior, no cantó pero sí se pegó un buen bailoteo, y Alejandro le seguía. No sé en que canción, pero sería al final, Alejandro se acercó a la pasarela, se arrodilló y le cogió el ramo de margaritas de Leti, y lo dejó en el piano. Es que ese día hacía 6 meses del concierto del Compac al que asistió Leticia, donde también le regaló un ramo de flores. Según nos contó Leti, tras recogerle el ramo, ella de la emoción se cayó al suelo, je, je, je… Disfrutamos muchísimo de las canciones más movidas, anda que no saltamos como locas. Hacia mitad de la actuación cambió el chico de seguridad que estaba enfrente mío, se lo pasó bomba, para mí que llamaba a gente para que escuchara alguna canción, como hacíamos nosotras, se partía de risa al ver lo que nos hablaba Alejandro, aunque se desternillaba más antes nuestros gritos y piropos, realmente fue una suerte no tener a un pelmazo que te estropee las fotos, el pobre se quitaba de plano cada dos por tres, je, je, je…
Durante el espectáculo nos pareció que Alejandro nos miraba, sí nos vio para qué mentir, como luego él le comentó a nuestra amiga Juani. Pero todo se nos pasó en un pis pas, fue tan rápido. Como siempre ocurre estábamos muy animadas, y Carmen tan contenta que nos dijo que no quería quedarse en esta gira con un solo concierto, ay ya le había avisado que se lo iba a pasar requetebién, ja, ja, ja…
Mientras quitábamos las pancartas abrieron por nuestra zona izquierda y mucha gente pasó al backstage, obviamente no estábamos entre las elegidas. Entre los camiones nos movimos hasta salir por una puerta auxiliar, íbamos todas las pitufas, pero no venía Marta y sus amigos con nosotras. Una vez tras otra intentaba ponerme en contacto con Rocío Fuente, pero no había resultado. Nos dirigimos a la puerta por donde entramos para la prueba de sonido, ya había mucha gente allí reunida, a la vez otras personas aprovechaban para ver como los músicos subían al autobús, pues los autobuses, camiones y automóviles estaban dentro del recinto, en este tiempo Marta y sus amigos vinieron con nosotras, luego tras un rato decidieron marchar a Alicante.
Tras estar un largo rato mirando, me cansé y me senté en un bordillo que rodeaba el jardín que estaba enfrente, luego se añadieron las demás chicas, entonces volví a llamar a Rocío, me cogió el teléfono, pero nos dio la mala noticia de que Alejandro no nos podía saludar porque tenía a muchos familiares y porque estaba muy cansado, ella se disculpó diciendo que sabía que era el concierto al que asistíamos al mayoría del club, pero que no era posible, le comenté que iríamos al día siguiente a Murcia, y me dijo lo de siempre, que lo volviera a intentar. Transmití todo esto a las chicas y como era de suponer nos quedamos desinfladas.
Lo que más rabia daba era ver la cantidad de gente bien arreglada, vamos, que no habían hecho cola durante el día y que no habían estado participando activamente del concierto, que salía de ver a Alejandro. Durante esa espera pude ver por primera vez al hermano de Alejandro, Jesús, de muy genio accedía a que entrara una niña para que saludara a Alejandro.
Entre esa gente que salía, vimos a Juani, nuestra amiga, acompañada de otras dos personas, nos comentó disgustada que Laura no había podido saludar a Alejandro, pues solo entraban tres personas por grupo, y ella cedió su puesto a su sobrina. Luego pudimos despedirlas, cuando ya marchaban en su vehículo. Entre las personas que marchaban salió Alfonso en automóvil, Cris y más chicas se acercaron a despedirlo.
Poco después de irse Juani y Laura vemos movimiento en la puerta de vehículos, parecía que la salida de Alejandro era inminente, y así fue, eran sobre las 2 de la mañana. Pero esta vez apenas le vi, no porque no estuviera yo allí, es que estaba tan empañados los cristales que casi no se le veía. En esta ocasión no se produjo la situación de agobio del día de Gandia. Al irse Alejandro nos empezamos a despedir, antes se había ido Tamara, que la recogió su novio, Leti y su amiga se fueron nada más irse Alejandro. Quedamos Úrsula y su madre, Cris y yo que acompañamos a Carmen hasta el solar donde tenía su coche. Nosotras dos íbamos dirección Murcia, pero Úrsula y su mami para Alicante, y Carmen para Santa Pola.
Otra vez me ocurrió lo mismo, no encontré la salida a la autovía, así que llegamos a Murcia por la Nacional, a eso de las 2.50. Decidimos aparcar el coche en casa y desde allí ir andando hasta la Plaza de Toros, para ver quien estaba guardándonos sitio en la cola y fijar el horario para el día siguiente. Sobre las 3.20 llegamos, había 4 tiendas de campaña, las dos últimas eran de las chicas que iban con nosotras, dos de Madrid y 3 de Valencia, Jenny entre ellas, le vendí la entrada, quedamos que a las 11 llegaríamos nosotras para relevarlas.
Yendo de vuelta a casa, Cris vio un puesto de churros y se antojó de un cucurucho, le hice una foto, je, je, je…
Estaba tan cansada y me sentía tan agobiada por el calor, el haberme quemado la cara, etc… que me duché, así que entre pitos y flautas a las 4 me acosté.
Ya solo me queda la crónica del concierto de Murcia al día siguiente.
Besanz
Tras el concierto de Gandia, estaba muerta de cansancio, apenas pude estudiar durante el día siguiente, pero eso no impidió que el viernes 4 fuera a Orihuela. Para este concierto los preparativos eran un poco más complicados, pues tras el concierto Cris y yo iríamos a Murcia, seguiríamos en el Paraíso el sábado. Esta vez me pilló un poco el toro y no tenía casi nada preparado, solo la ropa que ponerme. A las 7.00 de la mañana Marta me envió un sms, contando que ha pasado la noche en la cola, en Orihuela, en una tienda de campaña. Pensé que estaba loca, je, je, je…, la llamé y me dijo que se había puesto nerviosa y a eso de la 1 de la madrugada se había ido a Orihuela, éramos las primeras!!!! Llamé a Cris para contarle y ya me levanté. En teoría saldríamos a las 9,30 pero me retrasé y sobre las 10 llegué a casa de Cris, esta vez conducía yo, pues luego en Murcia iríamos a mi casa.
En este concierto íbamos a coincidir bastantes pitufas y casi todas asistiríamos a la prueba de sonido, ¡Ah! Por curiosidad, la entrada Paraíso LG costaba 73 euros, y la general 37.
Tras subir Cris, con todos los bártulos, sombrilla, esteras, macuto, mochila…, me dirigió para recoger a Tamara en Elche, pues yo con mi despiste habitual sé conducir pero me manejo fatal mirando planos y aparcando, esto último ya comprobado por todo el club, ja, ja, ja… Vamos, que si me tengo que examinar de estacionamiento seguro que suspendo.
A Tamara le habíamos dicho que la recogeríamos en la estación de autobuses a las 10, llegamos sobre las 11 o así, bueno no me acuerdo mucho, yo estaba un poco mareada (bueno lo cuento ahora, Cris, no te molestes porque no te lo dije en su momento) y no recuerdo muy bien el horario. En la estación esperaban Tamara y su novio, y sí, como apostó Tamara yo llegué en un Polo blanco, je, je, je…
Las tres en el coche y listas para llegar a Orihuela. Yo me sabía el camino porque dos semanas había estado investigando con mi padre, pero yendo desde Murcia. Creía que tenía que coger una determinada salida de la autovía, la 81, pero con las obras en la autovía y el cambió de números nunca la vi, me pasé de salida, tuvimos que hacer un cambio de sentido y ya recorrí el camino como si fuera desde Murcia.
Llegamos a Orihuela, a la zona del recinto Los huertos sobre las 12, en ese mismo instante llegaba Úrsula con su madre, Esperanza, y me enviaba un sms anunciando su llegada, desconociendo ella que nosotras llegábamos también. Nos saludamos desde el coche y los dos vehículos los aparcamos en la misma calle. Úrsula, como he contado, venía con su madre y mil bártulos para hacernos a todas más fácil la espera, pues les dio tiempo a llegar hasta nosotras y yo seguía aparcando, hasta un todo terreno se me coló y estacionó delante, debió de hartarse de esperar a esta pesada que soy yo, ja, ja, ja… El coche quedó aparcado un poco torcido, pero me rendí, lo de aparcar no es lo mío, hasta Úrsula se ofreció a hacerlo por mí, ja, ja, ja…
Las cinco, Úrsula, Esperanza, su madre, Tamara, Cris y yo, todas provistas de nuestras camisetas de pitufas, fuimos hacia la entrada Paraíso. Allí estaba la silla de Marta reservando nuestro sitio, ella estaba en su tienda de campaña, un poco más apartada y en zona de sombra, esperándonos, le acompañaba su amiga Sonia. Marta nos explicó quién teníamos delante, es que al dar el sol en la puerta de entrada la gente de la cola se había ido a la acera de enfrente cobijándose en la sombra de un edificio. Mientras unas hablábamos con Marta, las otras colgaban de la verja del recinto las pancartas del club, a lado de la del club de Marta. Incluso para hacer bulto dejamos en el suelo las sombrillas que llevábamos, sombrillas que luego tendrían su momento de protagonismo.
Marta iba al concierto acompañada de una amiga y el hermano de ésta, ellos llegarían por la tarde, así que recogió su tienda de campaña no sin esfuerzo, menudo lío para organizar aquello. Sonia la acompañó hasta la estación de tren y guardaron la tienda en el vehículo de Sonia. Nos despedimos de Marta hasta la tarde, pues Sonia luego vendría con nosotras.
A continuación, organizamos nuestro chiringuito particular, hablamos con las chicas que eran las segundas de la cola, muy amables y les explicamos cuántas éramos, en total creo recordar unas 12. Estando aclarando estas cuestiones, llamé a Jenny de Castellón por si quería mi entrada libre para Murcia, al final se animó y quedamos en vernos esa misma noche en la plaza de toros en Murcia. Tras concertar la venta, me entero que una de las chicas del segundo grupo quería una entrada Paraíso para Murcia, pero hacía escasos cinco minutos que ya había vendido la mía.
Decidimos montar nuestra salita sanzera en la sombra, así que abrimos las sillas, incluso Úrsula trajo una nevera portátil, aprovechamos casi todas para meter nuestras bebidas y así mantenerlas fresquitas. Estábamos muy a gusto allí las cinco pitufas con Sonia, que compartió con nosotras todo el día, nos hicimos fotos, nos reíamos cuando los coches al pasar aminoraban la marcha viendo el escenario del concierto y tratando de leer nuestras pancartas, era la mejor forma que tenían para saber quien actuaba esa noche en Orihuela. A la vez, la gente desde sus vehículos nos miraba y saludaba, pues parecía que estábamos en la playa, quedándonos el mar a unos cuantos kilómetros, je, je, je… Mientras contemplábamos estas escenas una chica pasó por la zona de la cola, donde daba toda la solanera, allí estaban nuestras esteras y varias sombrillas ocupando nuestro sitio, pues para nuestra sorpresa de repente se agacha y con toda la cara dura del mundo coge una sombrilla, la de Cris, y emprende la huida. No salíamos de nuestro asombro por la desfachatez, tuvimos que levantarnos y pegar gritos como posesas para que dejara la sombrilla donde estaba, estábamos dispuestas a salir corriendo tras la amiga de lo ajeno. Este momento vivido nos entretuvo durante un largo rato.
A todo esto la cola para la entrada Paraíso no era muy grande, como mucho unos 5 grupos, a nuestro lado estaban unas chicas muy simpáticas, también con el tenderete montado y que luego hemos saludado por Facebook. La cola para entrada general era mucho más larga, lo malo que tenían era que estaban al sol, no tenían sombra en la acera de enfrente, así que estaban todos pertrechados con sus sombrillas para no caer tras una insolación más que segura. Antes de comer, se acercó a saludarnos Ana, una chica que estuvo con nosotras en el concierto de la gira El tren de los momentos en Alicante, el 18 Agosto 2007, pero ella y su amiga tenían entrada general, así que tras estar con nosotras un ratito se fueron para aquella cola para no perder sitio.
Sobre las 2.30 empezamos a comer, cada una sus bocatas, compartiendo patatas fritas, gominolas, etc… Estando allí las seis les comenté que más tarde intentaría llamar a Rocío Fuente, a ver si había suerte, lo hice varias veces pero no me cogía el teléfono.
¡¡Ah!! Un inciso, tras el concierto de Gandia envié un sms largo a Rocío, dándole la enhorabuena por el espectáculo e indicándole que estaríamos en Orihuela y Murcia. Me contestó de inmediato con otro email, diciéndome que la llamara al día siguiente a ver si era posible saludar a Alejandro.
Tras la comida varias fuimos al aseo, solo disponíamos de unas gasolineras cercanas, y dimos una vuelta por el recinto. Vimos donde estaban las entradas para vehículos, por donde entraría Alejandro, al ser un recinto abierto veíamos como estaba todo organizado, como colocaban las vallas, por donde tendríamos que correr hasta llegar a la zona Paraíso, etc… Dando esa vuelta nos saludó una chica de Murcia que no asistiría al concierto de hoy, pero sí al de Murcia, aunque esperaba por lo menos ver entrar a Alejandro, no sé si consiguió su propósito, pero se lo trabajó bastante, tuvo mucha paciencia.
Al regresar de este vistazo, Tamara sacó una cartulina amarilla para escribir algún mensajito para Alejandro, al final el texto fue “Tu club de Alicante quiere un abrazo tuyo, RECÍBENOS”. Anda que no nos reímos con la preparación del cartelito, nos hicimos muchas fotos, pero quien se lo trabajó fue Tamara, ella lo diseñó y le tocó pintarlo, el resto de pitufas éramos reacias a tomar el rotulador no sea que la pifiáramos, je, je, je… Nos involucramos tanto que incluso fuimos a comprar más rotuladores no fuera a ser que con el que teníamos quedáramos a media faena, se decidió concluir el cartel con rotulador rojo, y realmente nos quedó muy gracioso.
No sé si estando con esto del cartel o antes me cogió el teléfono Rocío, para mi sorpresa me contestaba que nos veríamos en la prueba de sonido. Ilusionadas por el mensaje, empezamos a prepararnos para la prueba de sonido. Estábamos citadas a las 6.45 en la puerta de entrada de vehículos, antes fuimos a los aseos, incluso Úrsula, su madre y yo nos compramos un calippo, bueno, la verdad que nos lo tomamos con un poco de calma, ja, ja, ja… ¡Ah! Durante la tarde las chicas me ofrecían echarme crema en la cara por el sol, yo que soy una burra lo rechacé, pues conforme avanzaba la jornada me ofrecían cada vez más, y no entendía la insistencia. Fui al aseo antes de recoger todo y casi me da un soponcio, estaba roja como un tomate, toda la cara quemada, ahora entendía, ja, ja, ja…
Tras el polo, todas las que teníamos la prueba de sonido recogimos los enseres y los llevamos a nuestros coches, pues tras la prueba apenas tendríamos tiempo para incorporarnos a la cola y entrar al concierto. Solo quedaron guardando nuestro sitio en la cola Esperanza, la madre de Úrsula, y el novio de Sonia. Nos íbamos un poco preocupadas pero confiábamos en las chicas que nos seguían en la fila, ellas respetarían nuestra posición. Guardamos las sillas, las sombrillas y esteras, vaciamos la nevera de hielo, y nos llevamos lo imprescindible para la noche. En la puerta de acceso ya había gente esperando, pronto llegó Leti de Alcoy y su amiga, saludamos a Cristy Murcia, y nos armamos de paciencia con un sol muy molesto. Pasado un rato de la hora acordada, vino un chico del staff de Alejandro, comprobó nuestros nombres mientras exhibíamos nuestro D.N.I, aunque aquello no estaba muy bien organizado, faltaba gente en la lista. Luego volvió a salir esa misma persona y nos repartió la acreditación de cada una, hubo chicas que no tenían o incluso gente que estaba repetida. Estando allí Tamara, que conocía físicamente a Rocío Fuente, me dice quien es y me acercó, me presento y me contesta que nos veremos dentro.
Poco después abren la puerta y todas seguimos a Rocío, nos llevan entre camiones hasta mitad de la zona de General frente al escenario. Todas las pitufas nos colocamos juntas, extendemos la pancarta más pequeña y Tamara exhibe el cartelito que dibujó esa tarde. Perdí la cuenta de las fotos que nos hicimos, je ,je, je… Mientras que nos entreteníamos en estos menesteres, Rocío se acercó, miró y cogió la pancarta, nos preguntó si era la que habíamos llevado a Gandia, le dijimos que sí. Ante eso, primero nos sorprendió que nos hubiera visto dos días antes y luego nos ilusionó pues quizás hubiera alguna posibilidad de hacer realidad nuestro sueño. Creo que fue en ese momento cuando me volvió a decir la frase tan manida de que la llamara tras el concierto, a ver si había suerte.
Pronto salieron los músicos de la banda de Alejandro, la gente les hacía fotos, algunos les gritaban, pero al ser tan pocos nosotros, seríamos unos 40, daba un poco de corte montar una algarabía. De repente subió Alejandro, iba con vaqueros rotos, camiseta blanca con dibujos, camisa blanca y gorra, enseguida nos hizo con la mano ademán de que avanzáramos, y nos colocamos en las vallas de separación de la zona Paraíso y zona General. Lo teníamos muy cerca. Con la prisa nos disgregamos un poco, yo quedé con Tamara, ella levantaba el cartelito, y Cris con Úrsula, unos puestos más a mi derecha, sacaban la pancarta. Alejandro cantó Mi Peter Punk y Looking for Paradise. Al terminar se ofreció firmar el disco a un chico, se lo acercaron, y se despidió. Hicimos muchas fotos pero sobre todo vivimos el momento. Ya eran cerca de las 8.15 y a las 8.30 abrían las puertas. Estábamos preocupadas por regresar a nuestro lugar en la fila. La gente de Alejandro nos dijo que esperáramos, que para llegar nosotras a tiempo nos iban a abrir las puertas de entrada al concierto. De esta forma vimos todo el recorrido que tendríamos que hacer corriendo a toda pastilla pocos minutos después.
Cuando salimos las primeras personas de la cola eran Marta, en posición de salida, y sus amigos, y la madre de Úrsula, a continuación nos colocamos las demás.
Se montó un poco de lío en ese momento, pues ya estaba próxima la hora de apertura, los nervios los teníamos a flor de piel, estábamos más susceptibles y no permitiríamos que nadie se nos colara, al mismo tiempo hubo algún listillo que asistió a la prueba de sonido que pretendía ponerse de los primeros en la cola de entrada cuando no habían estado en ningún momento, hubo que pararles los pies, además entraba gente para comprar entrada, pues allí mismo estaba la taquilla por lo que teníamos que prestar mucha atención a que esta gente no se colara, luego vimos como entraba gente con invitación, todo facilidades para ellos, y hasta alguna persona discapacitada, para ella no me pareció que hubiera tantas facilidades, tuvo que exhibir su documentación cuando era más que evidente su discapacidad, bueno, cosas de organización… Con todo y con eso tuvimos suerte, estábamos todas, incluso Carmen llegó a tiempo, nos intranquilizaba su tardanza pero para no agobiarla no la habíamos llamado, además tuvimos ocasión de saludar a Juani, que llegaba en ese momento aunque ella y Laura no entrarían con nosotras. Estuvo bien ese ratito después de tanto tiempo coincidimos todas.
A punto de abrir puertas a mí se me rompe la entrada, se me separó el resguardo, y yo que para estas cosas soy un poco Mari Agobios le presenté la entrada a los de seguridad, todos se rieron.
Casi a la hora fijada abren las puertas, creo que primero fue la nuestra, la Paraíso, pero no lo puedo asegurar, esta vez organizaron todo mucho mejor que en Gandia. La gente de seguridad era mucho más amable, alguno se puso rojo como un tomate por el sol como yo, y les vimos al día siguiente en Murcia. Bueno, que me voy por las ramas, abrieron pero solo pasábamos de uno en uno, nos miraban, casi nada, y a correr!!!!!!
Era un largo trecho, los primeros fueron Marta y sus amigos, luego de las pitufas la primera era Úrsula y le seguía yo, pero ya en la primera curva me adelantó una de las chicas del segundo grupo, y en la recta me adelantó la otra, ya me veía como una corredora de fodo, ja, ja, ja… pero mis michelines me pasaban factura, ja, ja, ja… Úrsula se colocó en el mismo sitio del concierto anterior, yo extendí mis brazos y seguí ocupando esa primera fila hasta que tuviéramos el sitio suficiente para todas. Fueron llegando como una exhalación, sin apenas hablar y recuperando el aliento nos sentamos en el suelo. ¡Menuda carrera nos habíamos pegado! Esta vez no quitaron ningún bocadillo, ni Cris derramó sus botellas de agua. Marta y sus amigos ocuparon la esquina de la izquierda, y ya nuestro club ocupó toda la primera fila de la izquierda hasta llegar a la pasarela. Leti llegó un poco después y prefirió colocarse justo enfrente de la pasarela, le vino genial para lo que ocurrió después. Estando sentadas Esperanza se ofreció comprar botellas de agua, pues no había mucha gente todavía y no habría problemas para regresar al sitio. Esas casi dos horitas que estuvimos sentadas cenamos, nos hicimos mil fotos con pancarta y sin pancarta. Si yo creo que nos hicimos más fotos que a Alejandro, ja, ja, ja…
Poco antes de la hora nos levantamos e intentamos colocar las pancartas, pero esta vez los de seguridad no nos dejaban, nos enfadamos, viendo que no podíamos exhibirlas, Cris me dio la camiseta azul que teníamos de sobra para que en cuanto pudiera la levantara, al estar yo un poquito más adelantada que ella.
Con total puntualidad empezó el concierto, igual de animado que en Gandia. Alejandro mencionó mucho a Miguel Hernández, que le hacía mucha ilusión venir a Orihuela con motivo del centenario de su nacimiento. Pasada la primera canción, como ocurrió en Gandia, se acercó a nuestra zona Manolo, el que siempre va con Ale, no sé cual es su cargo, pero, vamos, que todo fan lo conoce, Marta le preguntó por las pancartas, que no nos dejaban colgarlas y él de inmediato nos dijo que las sacáramos ya mismo. Así que durante esa canción, todas afanadas colgándolas, pero no habían donde anudar en una zona, y Tamara se ofreció a colgarlas de su bolso, así que estuvo todo el concierto sujetando las dos pancartas y además exhibiendo el cartelito, y yo por mi parte levantando la camiseta, con esto había que estar cegato para no vernos, ja, ja, ja…
El concierto tuvo el mismo orden de canciones que en Gandia, yo lo vi igual, bueno me parece que esta vez repartió más botellas de agua, incluso alguna rodando por la pasarela, que llegó hasta Leti y que ella luego volvió a tirar. Debo reconocer que las charlitas de Alejandro se me mezclan las de los tres conciertos, lo siento, tengo una batidora en la cabeza, ja,ja,ja… Estuvo como siempre simpático, con lo de que sabe bailar pero que la gente lo ignora, presentando a los músicos, etc… En No es lo mismo subió Junior, no cantó pero sí se pegó un buen bailoteo, y Alejandro le seguía. No sé en que canción, pero sería al final, Alejandro se acercó a la pasarela, se arrodilló y le cogió el ramo de margaritas de Leti, y lo dejó en el piano. Es que ese día hacía 6 meses del concierto del Compac al que asistió Leticia, donde también le regaló un ramo de flores. Según nos contó Leti, tras recogerle el ramo, ella de la emoción se cayó al suelo, je, je, je… Disfrutamos muchísimo de las canciones más movidas, anda que no saltamos como locas. Hacia mitad de la actuación cambió el chico de seguridad que estaba enfrente mío, se lo pasó bomba, para mí que llamaba a gente para que escuchara alguna canción, como hacíamos nosotras, se partía de risa al ver lo que nos hablaba Alejandro, aunque se desternillaba más antes nuestros gritos y piropos, realmente fue una suerte no tener a un pelmazo que te estropee las fotos, el pobre se quitaba de plano cada dos por tres, je, je, je…
Durante el espectáculo nos pareció que Alejandro nos miraba, sí nos vio para qué mentir, como luego él le comentó a nuestra amiga Juani. Pero todo se nos pasó en un pis pas, fue tan rápido. Como siempre ocurre estábamos muy animadas, y Carmen tan contenta que nos dijo que no quería quedarse en esta gira con un solo concierto, ay ya le había avisado que se lo iba a pasar requetebién, ja, ja, ja…
Mientras quitábamos las pancartas abrieron por nuestra zona izquierda y mucha gente pasó al backstage, obviamente no estábamos entre las elegidas. Entre los camiones nos movimos hasta salir por una puerta auxiliar, íbamos todas las pitufas, pero no venía Marta y sus amigos con nosotras. Una vez tras otra intentaba ponerme en contacto con Rocío Fuente, pero no había resultado. Nos dirigimos a la puerta por donde entramos para la prueba de sonido, ya había mucha gente allí reunida, a la vez otras personas aprovechaban para ver como los músicos subían al autobús, pues los autobuses, camiones y automóviles estaban dentro del recinto, en este tiempo Marta y sus amigos vinieron con nosotras, luego tras un rato decidieron marchar a Alicante.
Tras estar un largo rato mirando, me cansé y me senté en un bordillo que rodeaba el jardín que estaba enfrente, luego se añadieron las demás chicas, entonces volví a llamar a Rocío, me cogió el teléfono, pero nos dio la mala noticia de que Alejandro no nos podía saludar porque tenía a muchos familiares y porque estaba muy cansado, ella se disculpó diciendo que sabía que era el concierto al que asistíamos al mayoría del club, pero que no era posible, le comenté que iríamos al día siguiente a Murcia, y me dijo lo de siempre, que lo volviera a intentar. Transmití todo esto a las chicas y como era de suponer nos quedamos desinfladas.
Lo que más rabia daba era ver la cantidad de gente bien arreglada, vamos, que no habían hecho cola durante el día y que no habían estado participando activamente del concierto, que salía de ver a Alejandro. Durante esa espera pude ver por primera vez al hermano de Alejandro, Jesús, de muy genio accedía a que entrara una niña para que saludara a Alejandro.
Entre esa gente que salía, vimos a Juani, nuestra amiga, acompañada de otras dos personas, nos comentó disgustada que Laura no había podido saludar a Alejandro, pues solo entraban tres personas por grupo, y ella cedió su puesto a su sobrina. Luego pudimos despedirlas, cuando ya marchaban en su vehículo. Entre las personas que marchaban salió Alfonso en automóvil, Cris y más chicas se acercaron a despedirlo.
Poco después de irse Juani y Laura vemos movimiento en la puerta de vehículos, parecía que la salida de Alejandro era inminente, y así fue, eran sobre las 2 de la mañana. Pero esta vez apenas le vi, no porque no estuviera yo allí, es que estaba tan empañados los cristales que casi no se le veía. En esta ocasión no se produjo la situación de agobio del día de Gandia. Al irse Alejandro nos empezamos a despedir, antes se había ido Tamara, que la recogió su novio, Leti y su amiga se fueron nada más irse Alejandro. Quedamos Úrsula y su madre, Cris y yo que acompañamos a Carmen hasta el solar donde tenía su coche. Nosotras dos íbamos dirección Murcia, pero Úrsula y su mami para Alicante, y Carmen para Santa Pola.
Otra vez me ocurrió lo mismo, no encontré la salida a la autovía, así que llegamos a Murcia por la Nacional, a eso de las 2.50. Decidimos aparcar el coche en casa y desde allí ir andando hasta la Plaza de Toros, para ver quien estaba guardándonos sitio en la cola y fijar el horario para el día siguiente. Sobre las 3.20 llegamos, había 4 tiendas de campaña, las dos últimas eran de las chicas que iban con nosotras, dos de Madrid y 3 de Valencia, Jenny entre ellas, le vendí la entrada, quedamos que a las 11 llegaríamos nosotras para relevarlas.
Yendo de vuelta a casa, Cris vio un puesto de churros y se antojó de un cucurucho, le hice una foto, je, je, je…
Estaba tan cansada y me sentía tan agobiada por el calor, el haberme quemado la cara, etc… que me duché, así que entre pitos y flautas a las 4 me acosté.
Ya solo me queda la crónica del concierto de Murcia al día siguiente.
Besanz