Sevilla fue fiel a su cita y esperaba una respuesta. Y la recibió con creces. Alejandro Sanz cosechó un nuevo éxito en su concierto en el estadio de la Cartuja, al que llegó bien arropado por unos músicos de altura, un magnífico sonido y un espectacular escenario lleno de efectos especiales y de luces muy estudiadas para que en ningún momento el protagonismo se alejara del músico que, una vez más, se volcó con la capital hispalense.
Desde el primer momento a Sanz se le notaba centrado, relajado y con ganas de darlo todo. Sería capaz de llenar el escenario él solo, sabe cómo ganarse al público. «Debe de ser porque es medio de Cádiz, que allí hay tela de gracia», comentaba una chica. Es cierto que el público estaba volcado de antemano, pero el cantante supo hacer que esa misma entrega tuviera fundamento, contando con una complicidad y conexión total con las veinticinco mil personas que se dieron cita en el Olímpico.
Para comenzar, un tema de su ‘Paraíso Express’, el mismo que lo abre, ‘Mi Peter Punk’, para pronto saludar a esa ciudad que, a la vista de sus palabras, parece echar de menos, ya que durante las más de dos horas que estuvo sobre el escenario no paró de lanzarle piropos y de calificarla como «Sevilla de mi alma».
Sonó esa gran balada, ‘Desde cuándo’, segundo sencillo de su nuevo álbum, que da fe de que Alejandro vuelve a ser el de siempre, ése que enamoró a toda una generación y que sigue captando seguidores entre los más jóvenes. Para recordar sus comienzos no faltaron canciones como aquel ‘Viviendo deprisa’ de sus comienzos o su gran éxito ‘Corazón partío’; espectacular la imagen de las gradas bailando a ritmo de la tierra.
Junto a éstas, títulos del nuevo disco tan llenos de sentimiento como ‘Yo hice llorar hasta a los ángeles’ o ‘Tú no tienes la culpa’, alternados con éxitos como ‘Quisiera ser’, ‘Lo ves’, ‘No es lo mismo’ o el nuevo ‘Looking for paradise’, sin que faltara esa mirada lanzada desde el fondo de su alma a esa tierra de Cádiz que lleva tan dentro, a través de una de las composiciones más hermosas de Juan Carlos Aragón en forma de pasodoble.
Y mientras, una broma tras otra por parte del artista; comentarios constantes hacia el público y empezaron las sorpresas. Para ‘Cuando nadie me ve’ eligió a Bebe como compañera en el escenario; más tarde, en ‘Mala’, fue el rapero Junior Míguez quien electrizó al respetable, y en ‘Lola soledad’ la elegida fue Vanesa Martín. Y hubo más, otro regalo inesperado que llegó con la presencia junto a Sanz de Dani Martín (El Canto del Loco), interpretando ambos una joya de hace años como ‘Tu letra podré acariciar’, del propio Alejandro, y el super éxito ‘Volverás’ de El Canto del Loco, para disfrute de los asistentes que no dejaron de corear también al invitado.
Con mejor voz que en otras ocasiones, tras asegurar que no quería que se acabara la noche y después de dar las gracias a la ciudad y a su gente «por tanto cariño, tanta energía, tanta poesía », se despidió de esta ciudad hasta la próxima con un popurrí de éxitos, entre ellos, ‘Amiga mía’, que acabó convirtiéndose en «Sevilla mía».
Desde el primer momento a Sanz se le notaba centrado, relajado y con ganas de darlo todo. Sería capaz de llenar el escenario él solo, sabe cómo ganarse al público. «Debe de ser porque es medio de Cádiz, que allí hay tela de gracia», comentaba una chica. Es cierto que el público estaba volcado de antemano, pero el cantante supo hacer que esa misma entrega tuviera fundamento, contando con una complicidad y conexión total con las veinticinco mil personas que se dieron cita en el Olímpico.
Para comenzar, un tema de su ‘Paraíso Express’, el mismo que lo abre, ‘Mi Peter Punk’, para pronto saludar a esa ciudad que, a la vista de sus palabras, parece echar de menos, ya que durante las más de dos horas que estuvo sobre el escenario no paró de lanzarle piropos y de calificarla como «Sevilla de mi alma».
Sonó esa gran balada, ‘Desde cuándo’, segundo sencillo de su nuevo álbum, que da fe de que Alejandro vuelve a ser el de siempre, ése que enamoró a toda una generación y que sigue captando seguidores entre los más jóvenes. Para recordar sus comienzos no faltaron canciones como aquel ‘Viviendo deprisa’ de sus comienzos o su gran éxito ‘Corazón partío’; espectacular la imagen de las gradas bailando a ritmo de la tierra.
Junto a éstas, títulos del nuevo disco tan llenos de sentimiento como ‘Yo hice llorar hasta a los ángeles’ o ‘Tú no tienes la culpa’, alternados con éxitos como ‘Quisiera ser’, ‘Lo ves’, ‘No es lo mismo’ o el nuevo ‘Looking for paradise’, sin que faltara esa mirada lanzada desde el fondo de su alma a esa tierra de Cádiz que lleva tan dentro, a través de una de las composiciones más hermosas de Juan Carlos Aragón en forma de pasodoble.
Y mientras, una broma tras otra por parte del artista; comentarios constantes hacia el público y empezaron las sorpresas. Para ‘Cuando nadie me ve’ eligió a Bebe como compañera en el escenario; más tarde, en ‘Mala’, fue el rapero Junior Míguez quien electrizó al respetable, y en ‘Lola soledad’ la elegida fue Vanesa Martín. Y hubo más, otro regalo inesperado que llegó con la presencia junto a Sanz de Dani Martín (El Canto del Loco), interpretando ambos una joya de hace años como ‘Tu letra podré acariciar’, del propio Alejandro, y el super éxito ‘Volverás’ de El Canto del Loco, para disfrute de los asistentes que no dejaron de corear también al invitado.
Con mejor voz que en otras ocasiones, tras asegurar que no quería que se acabara la noche y después de dar las gracias a la ciudad y a su gente «por tanto cariño, tanta energía, tanta poesía », se despidió de esta ciudad hasta la próxima con un popurrí de éxitos, entre ellos, ‘Amiga mía’, que acabó convirtiéndose en «Sevilla mía».